CAMARADAS:
Este momento, previo a la elección de la nueva Coordinación Central del Movimiento Caamañista-MC, es oportuno para hacer de manera bien sintética, como lo exige este evento, el balance y la valoración política de la trayectoria de nuestro movimiento.
Surgimos de una ruptura inevitable al interior de la la Fuerza de la Revolución-FR, dado que el proceso de fusión orgánica ( Partido Comunista Dominicano/PCD, Fuerza Revolucionaria de Liberación Popular/FRLP, Movimiento Revolucionario12 de Enero/MR-12 y Frente Revolucionario 21 de julio-FR21) finalmente no se dio como estaba previsto y resurgieron viejas contradicciones y brotaron otras soterradas, junto a una nueva mayoría en la dirección que tendía a degradar la esencia revolucionario del proyecto inicial.
Se trató de un comienzo difícil, precedido de un gran trauma soterrado que afectó la subjetividad y el arranque, ya de por sí con pocos efectivos disponibles.
En proyección había que partir de cero, dejando atrás la identidad conocida y proyectada. En militancia de poco.
Comenzamos como CIRCULOS CAAMAÑISTAS con la idea de construir con su articulación un movimiento que procurara reafirmar la necesidad de una NUEVA IZQUIERDA, diferenciada de la tradicional dogmática y/o reformista, con definiciones a tono con todo lo renovador y lo radical abandonado por la FR.
Comenzamos, además, aportando nuevas formulaciones sobre el sistema capitalista y su crisis actual, la pertinencia de recuperar el internacionalismo y la insurgencia global, los vínculos entre la lucha de clase, la cuestión ambiental y demás opresiones y discriminaciones: racismo, patriarcado, adulto-centrismo, ecocidio, homofobia xenofobia…
Esa determinación, luego de un relativo impulso y un activismo promisorio, se plasmo en el CONGRESO de fundación del MC, en sus valiosas bases programáticas y en la adopción de sus estructuras y normas, todavía no debidamente asumidas ni convertidas en una significativa construcción organizativa.
Pesó demasiado para tan limitados resultados organizativos, la desarticulación estructural, la baja subjetividad y la dispersión orgánica crónica, junto a otras limitaciones y fallas heredadas y reproducidas.
· OTRO DESGARRAMIENTO Y LOS EFECTOS DEL CERCO POLÍTICO.
Al primer impulso promisorio le siguió otro desgarra
miento que tuvo como epicentro traumático Bonao (alrededor de un indebido manejo de los vínculos con el proyecto de viviendas donado por Chávez, de una soterrada alianza con autoridades locales y del cuestionado rol en el Consejo de Desarrollo Provincial de cuadros importantes); todo eso a cargo de relevantes dirigentes de nuestra incipiente organización.
El golpe, pese a una temprana demarcación de responsabilidades, fue profundo y de prolongadas consecuencias a nivel local y nacional: nuevo bajón de la subjetivad, reducción de los efectivos militantes, depresión y afectación de la imagen del conjunto.
Operó concomitante el cerco tendido por nuestros adversarios de derecha e izquierda en el país y en el exterior, al presentársele – y aprovechar con fines diferentes- una oportunidad propicia para aislarnos y erosionarnos.
Nuestra indeclinable posición independiente y nuestra decisión de combinar la solidaridad consecuente con la críticas y la diferenciación respecto a quienes desde sus respectivos gobiernos y partidos priorizaron las relaciones de Estado y los vínculos políticos con el PLD en detrimento de las izquierdas insumisas, fueron finalmente manipuladas por quienes en la relación de doble vías conciben la política internacional como una relación armónica entre tutela y seguidismo.
· RADICALISMO NO GRATO PARA PACISFISTAS Y ELECTOREROS.
Junto a eso, nuestra también indeclinable respaldo a la insurgencia armada de los pueblos, en particular con la FARC-EP, ELN, MRTA, Frente Zapatista…, nos colocó en la lista de los aliados no gratos de todos aquellos que asumieron la vía electoral y los cambios pacíficos como nuevo dogma, llegando al extremo de torpedear los esfuerzos de unidad concretados en el Movimiento Continental Bolivariano-MCB.
Costó muchos esfuerzos y muchos retrasos salir del cerco.
Lo logramos en buena medida en el plano nacional.
El surgimiento Izquierda Revolucionaria-IR como producto de un gran esfuerzo unitario fue la primera expresión de la derrota de aquel cerco inducido, que aunque ha creado tensiones y dificultades entre el desarrollo propio y el desarrollo del conjunto, y tiende a favorecer aciertos y errores en ambas direcciones, venció el intento de aislamiento a nivel nacional y posibilitó iniciativas imposibles de desplegar solo con nuestra reducida militancia.
Es impensable, por ejemplo, el rol que jugamos y seguimos jugando como IR en el tema de Loma Miranda, sin ese esfuerzo de unidad que se extendió a importantes movimientos sociales, corrientes cristianas revolucionarias y sectores de avanzada.
Igual lo alcanzado en Marcha Verde donde además opera una alianza de cierta profundidad con Mando y la unidad de acción desde el Espacio de Unidad de Izquierda.
En la coalición IR-Mando hemos compartido las fortalezas y debilidades de sus diversos componentes y nos hemos potenciados mutuamente.
Estamos constituyendo una convergencia definidamente anti-sistémica, claramente confrontada a la dictadura de clase y a la dictadura política institucionalizada a cargo ahora de PLD y comparsa.
En ese esfuerzo se destaca el aporte colectivo en cuanto a las definiciones y contenidos del proceso destituyente en estrecha relación con el proceso constituyente como alternativa, acertados análisis y políticas coyunturales enlazadas a una estrategia anticapitalista, fuertes impulsos a la línea de paros locales, regionales y locales, y recientes articulaciones con las combativas coordinaciones político sociales del Cibao (región Norte) y otras regiones del país.
El MC sin detener -más bien enriqueciendo sus calidades políticas-teóricas– en estos 8 años ha estado presente en muchas luchas, al tiempo de definirse en el plano de la ideas y las confrontaciones con el sistema como la organización revolucionaria más consecuentemente anticapitalista, antiimperialista, anti-patriarcal, anti-racista, ambientalista, internacionalista… esforzada en poner en la agenda nacional el tema del adulto-centrismo y procurando comenzar a revertir el anti-haitianismo neofascista.
El MC es la organización que no le saca el guante de la cara a los clanes burgueses Vicini, Bonetti, González Cuesta, Cisneros, Fanjul, Falcondo, Gold Quest, Uni Gold, Consejo Nacional de Hombres de Empresa/CONEP, Cámara Minera, Cámara Americana…
La que no tiene corruptos preferidos y siempre asume los riesgos de audaces y contundentes denuncias contra el poder mafioso, antes que silenciar sus fechorías.
En ese orden los contenidos de las 47 ediciones de Tiro al Blanco, el diario Tiro al Blanco TV, el conjunto de notas del MC, la presencia en las redes sociales, en radio y TV comercial, en espacios propios y no propios, no nos dejan mentir.
Tales méritos no impiden decir que en ese orden faltan demasiado cosas por hacer, posibles de lograr si como conjunto nos tornamos militantes más comprometidos, audaces, sensibles y creativos.
Otra prueba de estas afirmaciones es el valioso producto del proceso congresual que acabamos de aprobar.
Estas seis tesis tienen un valor inconmensurable, siempre que se conviertan en guía para la acción.
Ningún partido en el país cuenta con algo semejante, incluida la consistente línea programática que dimos en el Congreso de fundación y que ahora estamos enriqueciendo con nuevos aportes.
Igual contamos con liderazgos consistentes y admirables en el movimiento ambiental y feminista, y en determinados movimientos populares y comunitarios, con no pocos dirigentes respetados; aunque esas influencias no se traduce todavía en militancia significativa y en crecimiento sostenido, lo que refleja un grave déficit de construcción y coherencia colectiva que recién comienza a revertirse; más dramático en el trabajo hacia las mujeres y las juventudes, pese ha haberlo considerado dos temas prioritarios.
Urge, pues, abordar estas cuestiones con profundidad para superar las trabas e incorporar más militancia de esos y otros sectores.
Un examen muy especial exige la compleja cuestión de la organización social y política de una clase obrera sensiblemente disgregada y fraccionada, todavía sin respuesta eficaz desde el MC y desde la izquierda dominicana.
Todas estas carencias han tenido que ver con déficits políticos y conceptuales respecto cada uno de estos sectores en el conjunto de la organización, pero también con grandes deficiencias en técnicas y formas de organización y planificación adecuadas al tejido social de sociedad capitalista neoliberal de estos tiempos.
Tienen que ver:
-Con enormes precariedades financieras no superadas, con una baja subjetividad, descuidos y déficits de formación política en nuestra militancia.
-Con un exceso de tolerancia a la indisciplina y al acomodamiento, con el aislamiento de una parte de nuestra militancia de las luchas sociales cotidianas y la ausencia del consiguiente trabajo político al interior de los movimientos sociales.
-Con la escasez de camaradas dedicados/as al trabajo revolucionario profesional y con la falta de una planificación del trabajo con métodos de fiscalización periódica.
Por todo esto urge hacer un evento especial sobre la problemática organizativa, vinculada a la financiera, después de este Congreso.
Afrontamos además un serio problema en tanto no hemos logrado superar una sensible invisibilidad del MC en buena parte de la sociedad.
La gente común nos percibe o como Partido Comunista Dominicano-PCD en el pasado o como Fuerza de la Revolución-FR en tiempos recientes.
La dictadura mediática opera sistemáticamente aplicándonos la conspiración del silencio, mientras la identidad MC no se ha convertido en algo preciado y armónico con nuestra condición de comunistas en el conjunto de nuestra organización.
Esos obstáculos junto a todas limitaciones descritas y a la proliferación de otras
referencias caamañistas de diversos signos, incluyendo las que se han distanciado de la calidad de su origen, ha imposibilitado proyectarnos y ser identificados sin equívocos por nuestro pueblo. A esta traba, que tiene implicaciones políticas, hay que darle cabeza y solución en breve plazo.
En el plano internacional el gran avance logrado con la construcción de la Coordinadora Continental Bolivariana, luego transformada en Movimiento Continental Bolivariano-MCB (con implantación en 21 países de nuestra América y en otro de Europa, Medio Oriente y Oceanía), en el que tuvimos y tenemos un rol destacado, fue frenado por la criminalización y persecución perversa del Estado Terrorista colombiano, el Mossad, la CÍA y el Departamento de Estado de EEUU.
A eso de agregó el golpe negativo y paralizante de la rendición claudicante de las FARC-EP (inducida por la facción que encabeza el comandante Timochenko), del cual el MCB necesita recuperarse sin sobresaltos; presentándosele ahora ciertas posibilidades de restructuración, relanzamiento y confluencia con otras iniciativas internacionalistas de profundo contenido anticapitalista, en las que se solicita nuestra participación.
El difícil reto de la reconstitución de las vanguardias anticapitalistas, socialistas revolucionarias y comunistas se refiere tanto a lo nacional como a lo continental y mundial.
La crisis dispersante en ese orden ha sido profunda y prolongada, y su superación tiene una complejidad que abarca la renovación teórico-política (con la radicalidad necesaria), la difícil articulación de sus componentes potenciales y el engrampe con la indignación y las luchas de las fuerzas sociales transformadoras.
Aquí esa crisis y los déficits en la reconformación de la vanguardia se han expresado con fuerza en las últimas décadas y el MC surgió en medio de esa crisis.
Las nuevas vanguardias son –repito- construcciones difíciles y en eso estamos.
Nunca nos hemos proclamado como tal y sería pretencioso y hasta tonto limitar esa construcción a nuestras fronteras, pero si estamos determinados a ser parte de ella y aportar lo máximo posible a esa construcción y a sus perfiles de nuevo tipo ¡Y en eso estamos! Conscientes que para influir más en los/as demás necesitamos contar con más fuerza.
Y este II CONGRESO es un paso más en esa dirección.
¡CAAMAÑO VIVE, LA LUCHA SIGUE! ¡SOMOS CAMAÑISTAS, SOMOS COMUNISTAS… HASTA LA TAMBORA!
Por la Coordinación Central saliente:
Narciso Isa Conde